Casamiento con bombo y platillo

Y se casó nomás… Después de meses de preparación, de correr entre el vestido, la despedida, los zapatos, accesorios, etc. mi amiga se casó. Y si en algún momento dudé del cariño que se tenían me basto verlos el sábado para darme cuenta que están hechos el uno para el otro.

Con una mirada cómplice, con gestos que hablaban por si solos, con caricias que denotaban un cariño extremo, una comprensión y una devoción plena por el otro… el sábado me di cuenta q mi amiga no podría ser mas feliz y que estaba en los brazos correctos.

La fiesta salió increíble, mucho baile, saltos risas y llantos (por terceros claro, xq para que yo llore se necesita muuucho mas que un momento alegre). No faltaron las críticas como se imaginaran… en un grupo de mujeres es dificilísimo mirar a tu par y tratar de ser objetiva; que el pelo, que el vestido, que mira esa que ridícula lo que se puso, es todo parte de un mismo ritual que ya efectuamos hace años.

Así llego, así lo viví y así terminó, tan rápido que todavía siento que no terminé de bailar la ultima pieza. Dejándome una tremenda alegría por mi amiga, un ramo de novia (si, lo saqué yo) y muchas ganas de volver a enamorarme!!!