El otro día luego de un muy grato viaje en las increíbles instalaciones del Sarmiento me dirigí a tomar el colectivo.
Con una amiga nos pusimos en la cola de los parados (esa línea es tan organizada q tiene cola para sentados y parados) y, mientras esperábamos al próximo Bondi,… un señor de edad promedio se pone cerquita de la puerta y le empieza a hablar al sr. Boletero.
Cuando EU lo vio… con ojitos fruncidos y voz de pito (que según culo me caracteriza cuando me enojo…) le dije a mi amiga, este se esta haciendo el boludo y nos va a dormir a todos!!. Esperé paciente pero atenta para saltarle a la yugular en la primera de cambio.
Cuando empieza a circular la cola de los sentados, ese muchacho que se puso justo en el medio obstruyendo el tránsito le extiende un billetin al sr. Boletero, haciéndose el pavote olímpico. Y si pasa, pasa.
Para que… SACADISIMA esta muchacha con su dedito índice repiqueteando en el hombro del susodicho y con voz acusadora y bien alto le dice:
“SEÑOR, XQ NO SE CORRE, NO SE DA CUENTA QUE OBSTRUYE EL PASO, Y, ADEMÁS TIENE QUE HACER CUALQUEIRA DE LAS DOS COLAS, POR ALLÁ ATRÁS!!!”.
El sr. Descolocado por la situación tiró bomba de humo y desapareció en instantes pero, para mi sorpresa otro señor que estaba cerca nuestro y con voz tb culposa dijo bajito y corriéndose mas al costado. Mejor yo tb me corro, así los dejo pasar.
Conclusión: yo? ARGENTINA!!!
Vivo con una gata que muchas veces dudo de su correcta castración.
El otro día llegue luego de una ardua jornada laboral destroy y encontré plumillas por todos lados. La activa de mi gata volvió a traer a sus “presas” a casita. Busque, busque, pero no encontré ningún trofeito por ahí, así que me fui a dormir tranquila.
Hoy cuando me levanto y voy a verme a un espejo antes de salir otra vez para el laburo, veo que estaba “levemente” corrido y, claro, con mi estatura no veía un joraca asíque lo acomode. Mientras lo estaba corriendo veo una cosa peluda y grandota que se mueve por detrás!!! EL CAGAZO DE MI VIDA ME PEGUÉ!!!
De mañana, dormida y viendo palomas detrás de espejos. La hija de remil habia estado persiguiendo a esa indefensa palomita por toda la casa. Y esa bola peluda se refugió en mi cuarto, y en mi espejo!!!
El fin de semana largo estuve por la costa y como de costumbre pasé por esas casas que venden o te canjean libros usados de todo tipo.
Arranqué con “del Amor y otros demonios” de G. García Márquez. Y en el medio de la lectura me encontré con un trébol de 4 hojas. No fue tanto la sorpresa del trébol como el ponerme a pensar (y mucho, xq uno en vacaciones piensa pelotudeces por demás) como el otro dueño de ese trébol lo habría buscado por todos lados sin encontrarlo; sin recordar, tal vez, que se lo había dejado en ese libro.
Pensé que habría pensado él cuando encontró el trébol; y que fue lo que lo llevó a guardarlo ahí. Me imaginé la vida de este “dueño”: un chico (si era hombre, no se xq) de unos 26 años muy solitario, que estaba desilusionado del amor (x la temática del libro, obvio) y que volcaba sus esperanzas en ese trébol que dejó un día sin querer en los estantes de esa librería, esperando otras manos para dar buena suerte.
Me sentí un poco culpable al quedarme con el trébol, pero no importa. Hoy está en mi billetera y en cuanto mejore mi suerte, prometo volver a meterlo en un libro y hacerlo circular por alguna librería de libros viejos y usados J.
